Origen
Debido a la dificultad que es definir el término hipnosis, algunos autores establecen su origen remontándose a los albores de la historia humana. Se sabe que asirios, babilonios, helenos, árabes, hindúes, japoneses y chinos, entre otros, ya empleaban ciertas técnicas en sus rituales de sanación, tales como imágenes, palabras y movimientos rítmicos. El mayor precursor de la hipnosis moderna fue Mesmer (siglo XVIII), consiguiendo despertar el interés por investigar el proceso hipnótico en afamados personajes como Puisêgur, Braid, Charcot y Janet. Actualmente, la hipnosis clínica se considera una práctica científica y válida, muy difundida y aceptada entre los profesionales de la salud (psicología, medicina, odontología y psiquiatría) y ampliamente aplicada en diversos ámbitos (deporte, cirugía, obstetricia, etc.)
Definición de hipnosis
De todas las definiciones que existen, posiblemente la más comprensible para el público general sea la formulada por Kihlstrom (1998):
Interacción social en la que una persona responde a las sugestiones dadas por otra persona, el hipnotizador, generando cambios en la percepción, memoria y el control voluntario de las acciones, a través de experiencias imaginativas.
Más recientemente (2015), la American Psychological Association (APA) ha tratado de redefinir la hipnosis y otros conceptos relacionados:
- Hipnosis: estado de conciencia caracterizado por una mayor capacidad de respuesta a la sugestión y que implica atención focalizada y conciencia periférica reducida.
- Hipnotizabilidad: capacidad de una persona para experimentar alteraciones fisiológicas, sensoriales, cognitivas, emocionales o comportamentales sugeridas durante la hipnosis.
- Inducción hipnótica: procedimiento diseñado para inducir la hipnosis.
En sí, la hipnosis no es una forma de terapia. De hecho, su eficacia radica en ser el complemento perfecto de otras técnicas de intervención psicológica (hipnosis como técnica coadyuvante).
¿La hipnosis es una profesión o una terapia?
A pesar de la creencia popular, la hipnosis clínica NO es una disciplina o profesión. Tampoco es una terapia o tratamiento. No existe la figura del hipnoterapeuta, hipnólogo, terapia hipnótica, hipnoterapia o cualquier etiqueta similar. Debemos considerar la hipnosis como una herramienta a través de la cual un profesional de la salud cualificado (psicólogo, médico) puede llevar a cabo su forma de terapia o tratamiento, si así lo requiere el caso o lo solicita el cliente/paciente. Además, existe abundante evidencia científica que indica que la hipnosis, por sí misma, no aporta una mejora significativa en el problema a tratar. Es por estos motivos que para contratar los servicios de un profesional especializado en hipnosis, lo primero que debemos tener en cuenta es que esté plenamente capacitado en su disciplina primaria (psicología clínica, medicina, psiquiatría, odontología, etc.)
Tipos de hipnosis
Dentro de la práctica hipnótica, podríamos establecer dos tipos: (1) la hipnosis tradicional, consistente en inducir un estado de relajación previa al trabajo con sugestiones, y (2) la hipnosis despierta, más actual y sin necesidad de relajación, y en la que se le pide al cliente que mantenga los ojos abiertos y converse de manera natural y fluida. Más concretamente, y dentro del enfoque de la hipnosis despierta, nuestra práctica profesional se fundamenta en el Modelo de Valencia de hipnosis despierta, la cual se caracteriza por: (1) que la persona mantiene los ojos abiertos; (2) no sugiere sueño o relajación, sino actividad y expansión mental; y (3) que la persona hipnotizada puede hablar fluidamente, caminar, pedalear o realizar las tareas cotidianas mientras experimenta las sugestiones hipnóticas.
Peligros de la hipnosis
Aunque esta técnica se ha utilizado en la psicología clínica durante más de cien años (Braid, 1843; Charcot, 1886; Mesmer, 1776), existen muchos mitos populares sobre la hipnosis. Esta situación se debe, en gran parte, a una inadecuada práctica por parte de personas ajenas a la psicología que buscan únicamente su propio beneficio económico. Esto ha hecho que sea vista como ridícula, peligrosa y carente de rigor profesional. Gracias a la observación clínica y a la investigación científica, podemos afirmar que la hipnosis no es un procedimiento peligroso cuando la practican clínicos e investigadores cualificados. Para evitar, en la medida de lo posible, ser víctima de estafadas, nuestra recomendación es la de acudir siempre a profesionales perfectamente identificados y cualificados (psicología y medicina), y que se encuentren respaldados por un colegio profesional (colegiados).
¿Cómo te podemos ayudar con la hipnosis?
La utilidad de la hipnosis clínica ha sido ampliamente demostrada como técnica adjunta en programas psicológicos. En el terreno deportivo te podemos ayudar en los siguientes problemas: Aumento de la motivación hacia el entrenamiento y la competición. Incremento de la autoeficacia y autoconfianza. Mejora de la atención y concentración. Tratamiento del estrés, la ansiedad y la depresión. Aprendizaje o mejora de la técnica deportiva. Tabaquismo y otras adicciones. Tratamiento de la obesidad y alteraciones alimentarias. Alteraciones del descanso y del sueño. Manejo del dolor crónico o agudo. Analgesia muscular, tolerancia al cansancio. Preparación para operaciones o tratamientos de fisioterapia.
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