Tu primer maratón

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Después de cientos de entrenamientos y de unas cuantas participaciones en carreras populares, te das cuenta que correr te gusta mucho. Un día te planteas algo que siempre te ha ilusionado pero que nunca te habías atrevido. Quieres formar parte de esa distancia mágica y por fin te decides. De este año no pasa. Sin duda es un reto muy especial. Quieres correr una maratón.

Correr una maratón es el sueño de muchos atletas. También son muchos los que renuncian a conseguirlo. Recorrer sus 42,195 km de principio a fin es un logro que, aparentemente, está al alcance de unos pocos privilegiados. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que una maratón es una prueba dura y exigente, pero con la preparación adecuada, cualquier deportista puede alcanzar su sueño. Ahora bien, esta preparación no debería limitarse al aspecto físico. Nuestra mente también participa en la maratón. Para nuestro reto sólo hay algo más peligroso que los kilómetros de la maratón y son nuestros propios pensamientos. La mejor preparación física sirve de poco si nuestra mente nos abandona en el esfuerzo. ¿Es posible afrontar con garantías una prueba de maratón? ¿Cómo funciona nuestra mente durante este tiempo? ¿Qué estrategias psicológicas podemos emplear para superar el reto?

Como aspirantes a maratonianos, lo primero que debemos tener en cuenta son los factores que intervienen en el rendimiento deportivo. Para alcanzar un buen nivel, debemos atender a nuestra condición física, condición técnica, condición táctica/estratégica y condición psicológica. Sólo la correcta preparación de estos cuatro factores nos podrá facilitar un alto rendimiento. Descuidar uno implicaría no obtener nuestro máximo potencial deportivo. Por desgracia, el aspecto psicológico suele ser el más descuidado.

Al igual que el entrenamiento físico, la preparación mental requiere tiempo y dedicación. Igualmente, en función de nuestras aspiraciones, dicha preparación debería ser más o menos minuciosa. No es lo mismo querer terminar una maratón, buscar mejorar el crono que aspirar a ganarla. Las soluciones de última hora únicamente nos pueden ayudar a mitigar parcialmente el sufrimiento por el que, inevitablemente, pasaremos durante la prueba.

Un primer paso en nuestra preparación mental de una maratón podría ser conocer los errores más comunes que se suelen cometer en esta prueba. Es interesante conocerlos porque esto nos permite establecer planes para evitarlos o, en caso de ocurrencia, poder superarlos con ciertas garantías. La prevención nos aporta un extra de confianza y motivación. El mensaje sería “maratoniano prevenido vale por dos”.

Sobre la maratón en sí, se han hecho numerosos estudios para conocer cómo se comporta nuestra mente durante esta exigente prueba. Según el psicólogo deportivo Tomás Vich (2009), los resultados nos indican la existencia de seis fases consecutivas: Euforia, Charla, Transición, Latente, Sufrimiento y Éxtasis. Son fases emocionales que van variando en función del esfuerzo físico y mental y que, en mayor o menor medida, todo atleta puede llegar a experimentar. Es importante indicar que estas fases poseen una marcada singularidad, esto es, que no existe un tiempo o una distancia exacta para cada fase o deportista.

Con objeto de simplificar para hacer más recordables estas fases, y teniendo al corredor popular como referencia, podríamos resumirlas en cuatro fases fundamentales:

1. Fase de euforia (km 0-15). Comienza la maratón, nos encontramos confiados, fuertes, descansados, por lo que las sensaciones son muy buenas. Esto nos permite ir por encima de nuestras posibilidades, algo que luego nos podría pasar factura. En esta fase lo recomendable es la anticipación a esta euforia mediante el autocontrol emocional, y estableciendo un ritmo acorde a nuestro objetivo y nuestra preparación física. Debemos evitar vaciarnos antes de tiempo.

2. Fase de transición (km 15-30). Fase emocionalmente neutra. Marchamos concentrados, inmersos en nuestro mundo interior. Aparecen los primeros síntomas de cansancio físico. Comenzamos a ser conscientes de la dureza de la maratón. También suelen aparecer las primeras dudas importantes sobre si podremos alcanzar nuestro objetivo. Los deportistas mejor preparados experimentan el estado de flow de manera significativa. Aquí deberemos buscar la mentalización: cuidar la nutrición y la hidratación, y generar pensamientos positivos de eficacia (v.g. “voy bien”, “es normal notar el cansancio a estas alturas de maratón”)

3. Fase de sufrimiento (km 30-42). Llegó el momento de la verdad. Aquí la maratón se percibe en toda su intensidad, con el temido “muro” haciendo acto de presencia. Nuestras reservas energéticas y emocionales van muy mermadas, los pensamientos derrotistas aparecen de manera repetitiva e intensa. La probabilidad de abandonar en esta fase es muy alta. La clave está en la resistencia a estas sensaciones físicas desagradables y pensamientos negativos. Seguiremos cuidando la nutrición y la hidratación para evitar en lo posible el bajón energético, y nos daremos automensajes positivos de todo tipo. Lo ideal es llegar a aceptar el inevitable sufrimiento del momento y “disfrutarlo” por lo que significa: estamos consiguiendo nuestro sueño.

4. Fase de éxtasis (km 42-final). Se acerca el final. En esta fase volvemos a recobrar la energía emocional. A pesar del agotamiento, comenzamos a tener consciencia de que estamos consiguiendo nuestro objetivo y esto nos genera un “subidón anímico”. Es momento del carpe diem. Disfruta del momento, de la gente, del ambiente, de los últimos metros. Estamos a punto de alcanzar nuestro reto. Y una vez llegados a meta, expresa tus emociones como desees. Puedes llorar, gritar, reír, saltar... Claro que sí. Te lo has ganado. Te lo mereces. ¡Lo has conseguido!


Para terminar, sólo me queda animarte a disfrutar de tu primera maratón. La experiencia es única y, sin duda alguna, vale mucho la pena.

JOSÉ LUIS PARDO
psicología del rendimiento

Referencias:
  • Vich, T. (2009): A momentos malos, pensamientos positivos. (ISBN: 978-84-613-3763-7)