Amigo ciclista, como todo en esta vida, después del gris invierno llega el color del buen tiempo. A pesar del viento, compañero inesperado de entrenamientos en esta temporada (2013), las temperaturas comienzan a ser más agradables. Dicen que “la Primavera, los pedales altera”, así que nuestra motivación comienza a salir de ese frío letargo.
ARE YOU READY?
Los más aplicados del pelotón ya comenzaron a prepararse allá por noviembre. Los más remolones, después de navidades. Otros muchos han ido haciendo sobre la marcha y según sus posibilidades; al fin y al cabo no vivimos de esto. Para los que todavía ni se han planteado ponerse en serio a pedalear, pues ya es un poco tarde para alcanzar una buena forma física y técnica, aunque no está todo perdido. Construir un buen motor lleva su tiempo, así que si no hemos podido por las circunstancias que sean, deberemos ser más realistas en nuestras ambiciones deportivas. El caso es que, independientemente de nuestro estado de forma, lo que está claro es que ha llegado el momento de la verdad. Se acerca el momento de los grandes retos del año.CALENTANDO MOTORES
En psicología deportiva existen unas sencillas pautas, muy populares en el mundillo, que nos pueden valer para ir preparando el terreno mental de cara a esos ansiados desafíos. Se pueden (y deben) aplicar en las salidas del fin de semana, en los entrenamientos y/o en esas competiciones que no son prioritarias. La idea es ir entrenando la mente para lo que nos viene encima.#1. Establécete objetivos. Fijarnos objetivos de resultados y de rendimiento nos asegura que estamos dirigiendo todos nuestros esfuerzos en la dirección adecuada. En esencia, un objetivo nos proporciona orientación de conducta y nos asegura que permaneceremos concentrados y comprometidos con el proceso, además de permitirnos verificar nuestro adecuado progreso, permitiéndonos rectificar en caso de desviación. Existen muchos tipos de objetivos, pero para entendernos, un objetivo de resultado se refiere al resultado que queremos conseguir (ganar, hacer un puesto o tiempo concretos) y uno de realización a las acciones que necesitamos para conseguir el resultado (mejorar algo, mantener un ritmo, etc.). Para ello, deberemos ir planificando nuestros entrenamientos o salidas, incrementando la dificultad física y técnica de manera gradual, y poniéndonos a prueba en salidas largas y/o en competiciones, siempre pensando en esos retos futuros. El tema es más complejo en sí mismo pero con esto podemos ir funcionando.
#2. Ajusta tus expectativas a la realidad. La ilusión nos puede. Ya sea por exceso o defecto de confianza, el caso es que muchos tienden a fracasar y sentir gran angustia cuando no logran lo que se proponen. Ojo, no estamos hablando de capacidad sino de posibilidad. Si no entrenamos, difícilmente podremos batir un récord que no sea el de llegar el último, que por otro lado también tiene su mérito. Así que despacio y buena trazada, que siempre será mejor conseguir un pequeño objetivo que fracasar en uno demasiado grande. Tu autoconfianza y tu autoestima te lo agradecerán.
#3. Aprende de tus errores. Nadie es perfecto. Cometer errores forma parte de la vida. Ya seamos pros o globs, nadie se libra del fallo. Es vital saber en qué estamos fallando para buscar soluciones y seguir con nuestra mejora. Nadie dijo que fuera fácil. Recuerda que sólo comete errores el que lo intenta. Fracasar sería dejar de intentarlo. Por eso, no desfallezcas: el que la sigue, la consigue.
#4. Ten paciencia. Tener éxito lleva su tiempo. La forma física lleva su tiempo, dominar una técnica lleva su tiempo, terminar una marcha lleva su tiempo (mucho o poco pero lo lleva). Los ansias lo llevan mal porque quieren las cosas ya. Las prisas sólo nos llevarán cometer errores y a dudar de nuestras posibilidades. El ciclismo es un deporte de resistencia de larga duración, así que las prisas mejor las dejamos para hacer sprints.
#5. Cree en ti. Todo es posible. Debemos estar seguros de que, con esfuerzo y constancia, podemos conseguir casi cualquier cosa en esta vida. Lo mismo pasa en el deporte. Con convicción en nuestras acciones y mentalidad positiva, podremos lograr lo que nos propongamos casi siempre. Si creemos que podemos, o si creemos que no podemos, estaremos en lo cierto.
En resumen, estas cinco sencillas pautas de trabajo psicológico nos pueden ayudar mucho a sacarle el máximo provecho a esos retos deportivos que con tanta ilusión estamos preparando y que están tan próximos en nuestra agenda. ¡A por ellos!
JOSÉ LUIS PARDO
psicología del rendimiento
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